Capítulo 937 El plan cruel de Sonia

Tal y como había dicho el hombre, las mujeres, en general, estarían encantadas al recibir regalos como ropa, zapatos, bolsos y cosméticos; Sonia no era una excepción. Sin embargo, ella no se disgustó en lo más mínimo cuando Tobías le dio esos presentes a Graciela; después de todo, esa mujer era como una figura materna para ella. Por supuesto, Sonia, como hija, se alegró cuando la señora Lara recibió esos presentes tan maravillosos, especialmente porque ella misma los había examinado de antemano. Por lo tanto, Sonia no estaba descontenta y no tenía problemas con el hecho de que su amado tuviera esos detalles; tampoco había deseado esos regalos para ella. Sin embargo, no esperaba que él sintiera que lo que hacía era inapropiado, ni hablar que preparara en secreto unos presentes mucho mejores que los que le regalaba a Graciela. Sin duda, Sonia, como mujer, tenía su vanidad totalmente satisfecha en ese momento. Se sintió conmovida, y la alegría colmó cada rincón de su corazón por el hecho de que el hombre que estaba a su lado tenía tales pensamientos, lo que a su vez demostraba que era sincero y genuino con ella. Cuando pensó en eso, la punta de su nariz se enrojeció poco a poco y sus ojos comenzaron a humedecerse con lágrimas. Al ver sus ojos enrojecidos, Tobías se asustó al instante.