—¡Suficiente! —Sonia se frotó la frente y dijo con tono impaciente—: En vez de preocuparte por los demás, ¡deberías preocuparte si serás detenida de nuevo!
—¡Detenida una vez más! —La expresión de Cintia cambió—. ¿Por qué me detendrían? ¡Vine a la estación policial!
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