Era difícil ignorar a Tobías cuando miraba a Sonia fijo y sin apartarle la mirada.
—Mire, gran señora Furtado. El joven amo Tobías fijó su mirada en la señorita Reyes en cuanto entró a la habitación, ni siquiera nos miró a nosotras; parece que no le llamamos la atención —dijo María a modo de broma.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread