Ya no estaba pálido, pero sí aterrado. ¿Era posible que se hubiera quedado paralizado? Al principio, no le preocupaba no poder mover el cuerpo, ya que acababa de despertarse de lo que parecía un coma, así que pensó que solo necesitaba un poco de tiempo para recuperar el control total. Sin embargo, ya llevaba un rato despierto y solo podía mover la cabeza, por lo que no pudo evitar temer que estuviera paralizado. Tobías torció de inmediato la cabeza y miró fijo a Timoteo con los ojos enrojecidos.
—Dime. ¿Qué me sucede? ¿Por qué no puedo moverme?
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread