—Me alegra saberlo. —Después de escuchar la respuesta de Sonia, Tobías soltó su rostro con satisfacción. Después, la reprendió—: Debes estar en la cama a esta hora; sin embargo, sigues despierta. De todas formas, ¿no tienes hambre? ¿Quieres comer algo?
Sonia negó con la cabeza.
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