—¿Exagerado? —Como si hubiera escuchado algo ridículo, Rosa golpeó la mesa y se mofó—: Señor Lombardo, para usted, Tobías y So trataron esto con demasiada seriedad, ¿no es así?
—¿Usted no cree que sea así? —Gerónimo estaba visiblemente molesto—. Sí, Lidia se equivocó, pero no era su intención. ¿Es necesario que Tobías corte los lazos con mi familia solo por esto? ¿No es suficiente que nos hayamos disculpado?
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