—¿Doble indemnización? ¡Ja! —Sonia se rió, pero era por lo furiosa que estaba—. Le vendieron nuestros insumos a otra persona sin nuestra autorización y nos lo dijeron después. Está claro que nos pasaron por encima. Si no podemos conseguir los repuestos a tiempo, algunas máquinas no podrán utilizarse en la producción y todo el proceso tendrá que detenerse. Aunque nos paguen el doble de indemnización, ¡no será suficiente para cubrir los gastos derivados por tener que detener las máquinas!
—Así es —contestó el asistente con la cabeza agachada—. Hablamos con la fábrica y le preguntamos si podían interceptar nuestros repuestos, pero se negaron y dijeron que es ilógico hacerlo si ellos mismos son quienes los despacharon.
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