Capítulo 889 Es culpa de Tobías

«Todo es culpa de Tobías. De no ser por él, no me habría cansado tanto ni habría dormido toda la tarde. Podría haber trabajado un poco. ¡Uf! Estoy tan enfadada. Pagará por esto». Giró hacia un lado y presionó el interruptor para prender la lámpara. La luz iluminó la habitación y Sonia pudo ver en detalle. Dejó el teléfono y se incorporó de la cama, pero, en cuanto lo hizo, perdió la fuerza de las piernas y cayó al suelo con las rodillas y las manos con un golpe seco. Por fortuna, el suelo tenía una alfombra y amortiguó el impacto; sin embargo, se puso roja debido al dolor. Se había caído porque llevaba todo un día sin comer y sentía una parte del cuerpo adolorida. Todo eso la había afectado al levantarse y por eso le fallaron las piernas. Mientras se miraba las manos y las rodillas, Sonia sintió que una emoción crecía en su interior. Se le pusieron los ojos llorosos y no dejó de repetir el nombre de Tobías entre dientes. «Todo es culpa de Tobías. Si no fuera por él, no estaría arrodillada aquí sin fuerzas». Mientras más lo pensaba, más triste se sentía, por lo que se mordió el labio y estuvo a punto de llorar. En el pasado, Sonia nunca se había sentido avergonzada, pero, tras conocer a Tobías, lo único que hacía era avergonzarse de sí misma. «¿Qué he hecho para que este hombre me trate así?».