Capítulo 865 El señor Furtado siempre es amable

Sonia notó el cambio en su expresión y se avergonzó un poco; después de todo, era comprensible que Tobías se sintiera agraviado en ese asunto. Él no solo le hacía regalos, como ropa, accesorios, flores y muchos más, sino que también deseaba poder darle lo mejor. Especialmente durante el período en que acababan de volver a estar juntos, él quería mandarle regalos casi todos los días. Sin embargo, ella se sentía apenada con su amado porque no podía darle nada a cambio con el valor equivalente si los aceptaba; por lo tanto, sentía que sus presentes eran como una carga, así que, en lugar de recibirlos con amabilidad, rechazaba todos. Cuando se dio cuenta de que ella se negaba una y otra vez, Tobías se contuvo y no la colmó de regalos como un maniático como antes; Sonia incluso suspiro de alivio ante su cambio de comportamiento. Esa era la razón por la cual no sabía que la abuela lo regañaba por ser un compañero tacaño.