Capítulo 785 Festín de mariscos
Después de todo, Sonia debía mantener una imagen para los demás en todo momento. Además, no podía permitir que alguien notara ese tipo de situaciones comprometedoras; de lo contrario, sería vergonzoso para ella. Al pensar en eso, volvió a fruncir los labios.
Por su parte, Tobías llegó junto a la puerta de la oficina para tomar el picaporte y abrir a Teo, quien esperaba del otro lado. Al ver a su jefe, el asistente sonrió con respeto y luego levantó la caja de comida de gran tamaño que sostenía en la mano.
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