Cuando Teo le contó que la afección cardíaca de Tobías había empeorado, se puso tan nerviosa que se desmayó. A pesar de que Sonia no sabía qué sucedía en la mente de Rosa, se puso de pie y se inclinó ante ella en modo de disculpa después de saber que la anciana se había enterado de aquel incidente.
—Abuela, lamento haberla asustado con la caída del acantilado.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread