Capítulo 690 Jamás te perdonaré
Solo era pura coincidencia que el riñón de Sonia fuera compatible con el de Tadeo. «Sin embargo, esta coincidencia es repugnante». Sonia se frotó las mejillas, se abstuvo de pensar y comenzó a barrer la oficina.
Por otro lado, Yésica, a quien los guardias de seguridad habían llevado de regreso a su oficina, estaba alborotada. Sin mencionar que Sonia le había dado una paliza, esos dos guardaespaldas, bajo las órdenes de Daniela, para que la humillaran, la arrastraron por cada departamento de la compañía así todos veían su aspecto maltratado.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread