Al oír eso, Rita levantó el mentón y la miró con ferocidad.
—¿Qué sabe? No sabe nada de esto, así que ¿cómo se atreve a decir que no estoy dispuesta a donarle el riñón a mi padre? Quiero que siga viviendo más que nadie en este mundo. Gracias a él todo lo que tengo ahora seguirá siendo mío y solo...
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread