Solo entonces Jorgelina se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. «¿Qué acabo de hacer? No puedo creer que olvidara que estamos en la fiesta de madre. Monté una escena y ahora mismo estoy haciendo el ridículo. ¡Estos invitados deben pensar que soy una idiota que se pone en vergüenza sola!».
Jorgelina bajó la cabeza para ocultar su rostro sonrojado y se sintió muy avergonzada. Antes de que comenzara la fiesta, se había recordado a sí misma que debía comportarse lo mejor posible y mantenerse alejada de cualquier problema. En el pasado, cuando aún no se acostumbraba a la vida de los millonarios, a menudo se había avergonzado frente a los demás, y sabía que había causado muchos problemas a la familia Furtado durante los últimos años. Después de arruinar su reputación durante tanto tiempo, Jorgelina esperó poder presentarse de una mejor manera para cambiar la opinión del resto sobre ella. Quería que los demás la reconocieran como una mujer elegante de una familia adinerada. Sin embargo, en el momento en que vio a Sonia, toda su elegancia y generosidad parecieron desvanecerse. Se olvidó por completo de la fiesta, se enfrentó con Sonia y terminó por humillar a la familia Furtado una vez más.
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