Capítulo 480 El lamento de Teo

Mientras Sonia miraba al termo sobre la mesa, un sentimiento indescriptible comenzó a brotar dentro de ella y la asfixiaba. Luego de lo que hizo Tobías, ella no sabía qué debería hacer ni cómo podría pagarle. «¿Debería fingir que esto nunca sucedió? ¿No debería retribuirle su amabilidad como dijo Teo?». No obstante, si no lo hacía, estaría en deuda con Tobías para siempre y nunca sería capaz de quitarse ese peso de encima. A Sonia no le gustaba deberle favores a nadie, caso contrario, hacía todo lo posible para devolverlo en cuanto pudiera o nunca se sentiría bien y le quitaría el sueño. «Tengo que retribuirle la amabilidad o nunca viviré en paz. Pero ¿cómo debería hacerlo?». Se sentó y se masajeó la frente. «Estoy cansada». De repente, alguien llamó a la puerta e interrumpió sus pensamientos.