Capítulo 425 El secuestro de Sonia

—Claro —respondió el jefe de departamento con un murmullo afirmativo y continuó su presentación. Sin embargo, todos los demás presentes en la sala de reuniones ya no podían concentrarse en su trabajo, al mismo tiempo se guiñaban el ojo entre sí confundidos y a escondidas. Ya que se habían dejado llevar por el chisme, todos se morían por saber con quién hablaba Tobías tan amablemente por teléfono. Al fin y al cabo, nunca había sido tan tierno con nadie, excepto con Tania, pero desde que a ella la condenaron a prisión, nadie lo había vuelto a ver tan gentil; por eso, cuando notaron la expresión de Tobías, no pudieron evitar preguntarse si tenía una nueva relación. «¡Chis, chis! Esto es más pronto de lo esperado». Ya que recibía miradas lúdicas de todo el mundo, sabía lo que estaban pensando. No obstante, no se enfadó en absoluto, sino que se alegró de que malinterpretaran la situación.