Capítulo 16 Videos falsos
Tania ya no pudo mantener su sonrisa, bajó la cabeza y lloró. Tobías frunció un poco el ceño y se mostró descontento con la actitud de Rosa.
—Abuela, Tania solo está siendo amable y siempre se ha preocupado por tu salud. Además, ella es la mujer que amo; si estás enfadada, desquítate conmigo.
La anciana tenía una expresión apagada, pues no respondió.
Tras eso, Tobías tomó las manos de Tania, se puso de pie y le dijo a Rosa—: Se está haciendo tarde. Que duermas bien abuela, no queremos quitarte mucho tiempo.
Ambos se marcharon después de haber estado allí menos de diez minutos. Después de que se fueron, María se acercó hacia Rosa y suspiró:
—Señora, ¿por qué hizo eso? No tenía que enfadarse con el señor Furtado por alguien que está de paso.
La anciana acarició el brazalete de jade de su muñeca.
—La jovencita de la familia García no es cualquier persona de paso, ¿no te das cuenta? Tobías se ha puesto en contra mío por ella.
María la ayudó a doblar el edredón mientras escuchaba con vacilación.
—¿Cómo puede ser? El señor Furtado es quien más la respeta. —Rosa solo se sonrió y permaneció callada.
Salvo algunas personas importantes de la junta directiva de Compañía Paradigma, otros no sabían que Sonia se había convertido en la principal accionista y que ella tenía el poder de decisión y había firmado el contrato con Sergio con determinación. Él era un socio potencial; aunque no era tan exitoso como lo era Tobías en ese momento, no estaba nada mal y tenía un gran futuro.
Con Ciro y Carlos cerca de ella, todo iba por un buen camino, pero lo que Carlos esperaba finalmente sucedió. La página de tendencias estaba plagada de videos del Audi azul colisionando contra el de Tania y los comentarios debajo eran una serie de reproches insidiosos y siniestros. Ella se convirtió en una verdadera víctima en los comentarios y Tobías se había convertido en la persona al que Sonia, su exesposa, lo había engañado.
El tema se propagó rápido y, si continuaba, la policía tocaría la puerta en cuestión de segundos. La junta directiva de Compañía Paradigma rápidamente se comunicó con Sonia y le dijo que ese tema tuvo un gran impacto en la compañía y si no se tomaban cartas en el asunto lo antes posible, podría afectar las perspectivas de negocios de la compañía.
—Qué grupo de viejos astutos. El hecho de que mi muñeca sea la accionista no se ha anunciado siquiera, así que ¿cómo puede afectar a las ganancias de la compañía? Todos la están asustando y esperando la oportunidad de destruirla —dijo Carlos con desdén.
Ciro había estado mirando fijo a la fotografía en el buscador mientras fruncía el ceño.
—Los especialistas sabrán que alteraron el video. El problema es que hay mucha opinión pública y el público no lo puede ver de otra manera.
Tras pensar que Tobías era tan descarado como para publicar un video falso, Carlos se burló:
—Cariño, ¿estabas ciega para haberte enamorado de un hombre tan malvado? Creo que él y Tania, esa zorra falsa, están destinados a estar juntos. De todos modos, son unos idiotas. —Sonia vio el video impasible y lentamente bajó la mirada. Carlos pensó que sus palabras la habían molestado así que se tocó la nariz con un sentimiento de culpa—. Ejem, ejem… No quise burlarme, solo que estoy contento de que hayas abierto los ojos antes y de que nos hayamos preparados a tiempo a tener el video original en nuestras manos.
Ella levantó la cabeza y se encontró con la expresión de preocupación de Ciro; tras lo cual, esta elevó un poco la comisura de sus labios.
—Pues bien, Tobías se puede divorciar de mi por Tania, ¿qué más no puede hacer por ella? No me sorprende.
Carlos de repente se emocionó.
—De todos modos, ya que tenemos el video original, ¿debería enviarlo para que se esclarezca de inmediato? ¡Así podemos darles su merecido!
—Espera. —Sonia tenía otro plan y, tras levantar una ceja a Carlos, dijo—: Mañana es el primer día del mes; escuché que dijiste que la familia García estaba por celebrar un banquete para Tania para festejar su recuperación, ¿verdad?
—Sí. ¿Irás?
Ella sonrió.
—No solo iré, sino que llevaré un gran regalo.
Carlos y Ciro parecían haberse dado cuenta de algo y se sonrieron entre sí.