—Ah, ¿sí? —Tobías no tuvo una gran reacción.
—Sí. —Escuché que las muchachas fueron bien instruidas por sus padres—. Teo miró por el espejo retrovisor—. Pero no tuve mucho tiempo para verificar la situación, ya que estaba con usted. Me dieron las noticias los guardaespaldas profesionales que contratamos. Si ellos dijeron que fue malo, debe haber sido grave.
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