Capítulo 1284 Ajustar cuentas

Lidia no creía lo que Tobías decía porque había presenciado todo con sus propios ojos. Siete años atrás, era la única mujer que acompañaba a Tobías, además de Rosa y Jorgelina. Rosa era su abuela y Jorgelina su madrastra. Ella era la única que no tenía parentesco con él pero podía permanecer a su lado, por lo que estaba orgullosa. Además, las mujeres del círculo social que querían a Tobías la envidiaban, por lo que se sentía aún más triunfante. De hecho, presumía de ser la futura esposa de Tobías y las mujeres del círculo aceptaron sus mentiras como hechos; así que era la más respetable entre ellas. Hasta que un día, llegó Tania y arruinó sus sueños. Ese día, Tobías la presentó en persona y le dijo que era su amada. Cuando eso sucedió, sintió que el mundo se desmoronaba a sus pies. Era imposible, ella había crecido con Tobías, pero nunca había visto a ninguna otra mujer en su vida, así que ¿de dónde había salido esa mujer? Además, conocía a Tania porque pertenecían al mismo círculo, pero nunca había oído que ella estuviera en contacto con Tobías.