Capítulo 1270 Pistas del paradero de Tania
Cintia sabía que Sonia sentía repulsión por el estado de sus piernas y se había asqueado; sin embargo, Sonia luchó contra las ganas de vomitar porque no quería herir a Cintia, así que por eso reaccionó así. Aun así, Cintia no se enojó por su reacción. Quizá era verdad que al principio le costaba aceptar que los demás reaccionaran de esa forma. Si lo notaba, se enojaría y comenzaría a pelear; no obstante, después de verse con el tiempo, se acostumbró y en un punto podía caminar sin permitir que le afectara. Después de todo, ¿de qué servía enojarse? ¿Recuperaría sus piernas? Además, en lugar de molestarle por la reacción de la gente, se dio cuenta que era mejor enfocarse en su salud mental.
—Es repugnante, ¿no es así, señorita Reyes? —Se bajó la falda con tranquilidad para ocultar las piernas.
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