Después de todo, eran ellos quienes iban a hacerle un pedido; aunque les pareciera que él estaba jugando de manera deliberada con ellos, debían ser pacientes. De lo contrario, si el gerente se enfadaba y se marchaba sin prestarles el dinero, en verdad habrían ido en vano y Compañía Paradigma lo necesitaba de manera urgente. Carlos comprendió lo que quería transmitirle Sonia con esa mirada y se calmó. Respiró profundo y asintió para indicarle que controlaría su impulsividad.
Al verlo, Sonia le soltó la manga y le sonrió a Brian.
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