Fue un milagro que el viejo Señor Ballesteros viviera tanto tiempo con ese frágil cuerpo. La vieja Señora Cibeles suspiró.
—Esta es la razón por la que no debemos cometer crimen. Esto es una retribución.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread