Capítulo 560 ¿Cómo podría gustarle a Leonardo esa clase de mujer?

Lázaro había querido acercarse y decirle a la mujer que era una vergüenza mayor para la familia tener a gente como ella y Simón cerca, pero Leonardo lo detuvo con la razón y le dijo que era inútil aconsejar a alguien así. No importaba si se trataba de Simón, Susana o Lucrecia, había que darles una lección adecuada antes de que se les grabara en la memoria. Cuando Lázaro escuchó a Leonardo decir eso, supo que él ya tenía una opinión formada una idea. Al oírlo, Rosalía intervino: