Genaro hizo una clara distinción entre su amante y su familia. Sabía que era con Cristina con quien salía y pasaba el resto de su vida, así que no le molestaba demasiado cómo actuaba Blanca. No veía ningún problema incluso si Blanca solo estaba de acuerdo en que salieran porque Blanca pensaba que era rico. Era comprensible que las generaciones mayores tuvieran esas consideraciones, después de todo.
La pareja solo llevaba un rato en el patio trasero cuando oyó ruidos procedentes de la entrada principal. «Tal vez sean los vecinos», pensó Cristina. «Seguro están de visita porque se enteraron de que traje a mi novio a casa». Así eran las cosas en el pueblo de Cristina: todos los vecinos se reunían para ver qué pasaba cada vez que ocurría algo en su vecindario.
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