Capítulo 2042 Actuar como un salvaje

Lucrecia había sido cargada hasta el auto y llevada a un lugar un poco más alejado. Las puertas aún estaban bien cerradas cuando llegó Lázaro. Sin embargo, los insultos de Lucrecia eran fuertes y claros. Ya no tenía la decencia que debería tener una mujer. Tenía el cabello revuelto y no paraba sus ataques verbales. A causa de su pierna herida, agitaba los brazos mientras arañaba todo y a todos, dificultando que alguien se acercara a ella. El chófer se quedó primero en el auto, pero se molestó y se bajó cuando ella se comportó de forma salvaje. Sin embargo, las puertas permanecieron cerradas para que ella no pudiera ir a ninguna parte. Cuando Lázaro llegó al auto, se hizo a un lado y escuchó en lugar de abrir la puerta. Lucrecia sí que sabía lanzar insultos. Primero maldijo a Bernardo, luego a Sergio, después a Genaro, incluso maldijo a Aurora. En definitiva, eran un montón de basura y todos le habían fallado. Sus insultos eran tan duros que incluso el guardaespaldas no pudo evitar fruncir el ceño. Lázaro, por su parte, se metió las manos en los bolsillos con expresión indiferente. Tras pensarlo un poco, el guardaespaldas se inclinó hacia él y le preguntó: