Lourdes gimió con actitud coqueta antes de darse la vuelta para entrar a su habitación, mientras que a Lázaro solo le quedó acostarse en su cama con impotencia tras darse un baño frío.
Aunque era una persona que podía dormirse en cualquier tipo de cama, estaba un poco inquieta en ese nuevo lugar. Después de apagar las luces, se quedó mirando el techo.
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