Capítulo 495 Deben haberse cansado de una vida feliz

No hace falta decir que Leonardo no tenía ni idea de lo que pasaba por la cabeza de Isabel mientras seguía terminando su trabajo antes de tomar su teléfono. Entonces, comenzó a navegar por la lista de amigos de Sofía en su cuenta de redes sociales, viendo un selfie de su rostro sonriente que fue tomado fuera de su negocio en el crepúsculo iluminado. Además, pudo ver de manera clara las palabras escritas en el letrero que colgaba sobre la entrada de la tienda. «¡No hay respuesta! ¡Ella sí que sabe cómo provocarme!». Mientras tanto, a Sofía le resultaba un poco curioso que Leonardo no se hubiera contactado con ella desde el día que volvieron del monasterio. «Parece que este tipo se ha convertido en otra persona después de ese día. ¿En verdad entendió lo que le dije, o por fin se ha dado cuenta de que es mejor para él dejarme ir? O tal vez esté enfadado y malhumorado conmigo». Pronto, Sofía dejó de intentar averiguar qué le pasaba a Leonardo, ya que consideraba que debía dedicar su tiempo a la ceremonia de inauguración de su negocio.