Aquella excusa salió de golpe cuando Sofía abrió la boca, pero Leonardo se tranquilizó tras meditarla. Entonces llevó a Sofía de vuelta a su casa. Sin embargo, poco después, ella se quedó dormida mientras se recostaba en su asiento. «Parece muy cansada, y toda su persona parece carecer de energía».
Poco a poco bajando la velocidad del auto, se baja y se acerca a Sofía antes de llevarla a la calle. «Me pregunto si estoy dando demasiada importancia a las cosas, pero parece haber perdido mucho peso. Está tan ligera que me pregunto si ha estado comiendo bien».
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