Ese día, vio el teléfono roto de Genaro en el patio. Después de que Sofía lo pensara un poco, todo tuvo por fin sentido. Ese día, también encontró la sábana en la lavadora, limpia, pero sin secar. Cuando Sofía llamó a Leonardo para preguntarle sobre esto, él solo dijo que era porque había vomitado sobre ella, fue por esa razón por lo que Sofía no pensó mucho en eso.
«¿Cómo pudo? ¡Confiaba en él! ¡Este b*stardo!».
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