Apretando los labios, Sofía pensó en voz alta:
—Ahora estoy bien y la vida me ha llenado. De hecho, le estoy muy agradecida a Leonardo. Si no fuera por su generosidad, con mis capacidades, mi grado académico o incluso mis redes, no habría conseguido lo que tengo hoy. Todo lo que tengo hoy se lo debo a Leonardo, así que no lo culpo por lo que hizo en el pasado.
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