Sofía volvió a su habitación, encantada. Sacó su teléfono y se desplazó por su muro de Facebook. Vio que Gerardo le hizo un comentario, preguntándole qué había pasado. Luego, estaba aquel cantante que le había pedido que se animara. Apagó el teléfono y se tumbó en la cama, sin poder conciliar el sueño. No sabía qué debía hacer, así que mató el tiempo solo acostada en la cama.
Leonardo estaba ocupado por la tarde. Cuando la sirviente lo llamó, le avisaron que su madre se había disculpado con Sofía. Pudo oír el sonido de un llanto en el fondo y cuando escuchó con atención, supo de quién se trataba. Si Matilda estaba llorando, solo podía ser por la disculpa.
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