No estaba despreciando a Naomi ni nada por el estilo, la cuestión era que seguía soltera. Naomi llamó a Cristina cuando llegó a casa del trabajo. Le mintió a su mentora y le dijo que había dibujado los borradores ella misma, y que quería una retroalimentación. La mentora de Naomi tal vez no tenía tanto talento como Serena, ya que ni siquiera le señaló ningún defecto. Incluso elogió a Naomi por los progresos que había hecho y dijo que se sentía contenta por ello.
A Cristina no le gustaron nada los elogios. No creía que sus borradores fueran buenos y sabía que debían tener muchos fallos. Estaba empezando a adentrarse en el mundo profesional, y no podía creer que pudiera alcanzar la perfección en tan poco tiempo. No todos los diseñadores eran tan buenos como Serena. Podía imaginar cómo podría señalar todos los defectos del borrador si se lo daba.
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