Tal vez Lucrecia y su familia pensaban que Genaro era un idiota, pues no tenía a nadie que lo apoyara. Por eso lo insultaban al principio y le suplicaban su ayuda cuando los insultos no funcionaban. Eran la muestra viviente de la escoria humana.
Cristina sintió que tenía que intervenir en este punto.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread