Sin embargo, después de la discusión en el hospital, pensó que el amor de Isabel la arrastró al pozo de la obsesión. Aun así, seguía siendo una persona inteligente pero peligrosa. Si quisiera hacerle daño, no lo haría ella misma, por lo que Sofía pensó que debía tener a sus hombres trabajando con ella, cada uno desempeñando su papel. Luego miró a Leonardo.
—¿Entonces te enteraste de su lacayo?
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread