Capítulo 415 Todo fue obra de él
Al cabo de un rato, Leonardo lanzó un suspiro, decidiendo no darle más vueltas a su miserable vida amorosa. Ninguna cantidad de pensamientos excesivos ayudaría a la situación, ya que los sentimientos de tristeza y molestia persistirían. Ya era la tarde, y pronto se acercaba la noche, así que Gerardo llevó a Leonardo de vuelta a la casa de éste antes de marcharse. Incluso desde cierta distancia, Leonardo pudo ver a Belinda en el edificio principal. Estaba tan absorta en la ópera, sentada en el sillón, que Leonardo optó por abstenerse de entrar. La casa era ruidosa cuando Matilda vivía allí, así que Belinda pasaba su tiempo en el piso de arriba o en el patio. Ahora que Matilda ya no vivía con ellos, parecía más relajada. No solo Belinda parecía más relajada, sino que Leonardo observó un cambio similar en Guillermo. Mientras que Guillermo solía subir a su dormitorio o estudiar después de las comidas, ahora pasaba algún tiempo abajo para ver la televisión o platicar con Belinda. A pesar de lo poco filosófico que pudiera sonar, Leonardo no podía dejar de pensar que la ausencia de su madre traía más paz a su familia. Con eso en mente, Leonardo se dirigió a la sala, Belinda lo observó con una sonrisa.
—Hoy llegas temprano —dijo ella, ya que Guillermo aún no había llegado a casa.
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