Capítulo 165 Nuestra relación es de pareja

Sofía se quedó la oficina de Leonardo durante el resto del día. Esta vez, fue obediente al pie de la letra y no hizo ningún ruido. Leonardo, sin embargo, estaba desconcertado. Varias veces, el impulso de levantar la vista y comprobar si ella seguía en ahí se apoderó de él, ya que no había ni un solo ruido de ella. Sofía no se movió de su sitio junto a la ventana. Al principio, se miraba el dedo y, más tarde, miraba por la ventana, aunque en realidad no había mucho que ver, ya que estaba muy por encima del suelo.