Impactada, de repente Sofía se dio cuenta de que algo estaba mal. La fotografía donde ella estaba mirando la televisión no parecía tomada desde afuera de la casa. A juzgar por el ángulo de la foto, la habían tomado desde la entrada de la sala de estar. Sin embargo, no había manera de que no se hubiera dado cuenta si ella estaba en el sofá y alguien le había tomado una fotografía desde la entrada de la sala de estar. Cuanto más miraba la fotografía, Más aterrada se sentía.
Después de mirarla en vano durante un largo rato, no pudo descubrir de manera exacta cuando se había tomado la foto. Apretando el teléfono, envió otro mensaje de texto preguntando la identidad del remitente.
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