Después de una rápida plática, Lázaro colgó y Sofía fue a cambiarse el atuendo, antes de bajar.
La Abuela Cibeles no se veía por ningún lado en el primer piso, así que Sofía supuso que estaría descansando en su habitación. Antes de marcharse, les recordó a los empleados que debían informar a la Abuela Cibeles, cuando la vieran en casa. Siempre que Sofía quería salir de la casa, había alguien que la llevaba de un lado a otro, Leonardo se encargaba de todos los preparativos.
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