Isabel sabía lo que su papá estaba insinuando. Dos días atrás, ellos pelearon por culpa de David. No era un problema grave, ella solo pensaba que la Familia Ballesteros había estado presionando demasiado a su hermano. Durante la discusión, ella solo aconsejó al Señor Ballesteros que le diera a David algo de libertad.
Era probable que el Señor Ballesteros lo hubiera tomado a mal, pensando que ella no quería ver a David triunfar y que no estaba dispuesta a ceder el liderazgo de la empresa. «Nadie quería que ocurriera el incidente. ¿Ahora tengo yo la culpa?». Lo miró incrédula. «¿Soy una persona tan despreciable ante tus ojos?». Los ojos del señor estaban enrojecidos y se podría decir que iba a colapsar en cualquier momento.
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