Capítulo 1115 Un espectáculo lamentable para contemplar

Sin decir nada más, Lázaro colgó. Mientras se estaba bañando, sonrió de manera autocrítica mientras miraba su reflejo en el espejo. Nunca se había sentido tan deprimido por una mujer, así que decidió que Lourdes estaba siendo ingrata. Después de pasar un tiempo preocupándose por todo lo que estaba frente al espejo, con rapidez terminó de arreglarse antes de bajar las escaleras para dejarse caer en el sofá del pasillo. No había invitados en el club esa mañana, por lo que los encargados estaban charlando en grupos después de terminar sus tareas de limpieza. Todos los empleados que trabajaban en el club eran empleados de alto nivel, mientras que el ambiente de trabajo en el club era bastante relajado, por lo que se sentían bastante cómodos estando allí. Ahora que estaban familiarizados tanto con su jefe como con su entorno, no tenían ningún problema en actuar con indiferencia incluso en presencia de Lázaro.