Muy pronto, Aurora terminó de bañarse y se dirigió a la calle después de cambiarse de ropa. Genaro esperó en la sala de estar, sin encender la televisión, pero se desplazó revisando su teléfono en el sofá.
Cristina dio vueltas en la cama durante un buen rato después de que él saliera de la habitación. Tenía ganas de darse un buen golpe, porque se suponía que debía estar asustada y alerta al compartir la misma cama con Genaro, pero se permitió relajarse, hasta el punto de darse la vuelta y abrazarlo.
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