Además, considerando la postura de Blanca, la tensión en casa iba a ser insoportable para Cristina. Sin embargo, Cristina sintió que la sangre se le subía a la cabeza al pensar en ir a casa de Genaro. Mientras intentaba calmarse, caminó por las calles durante media hora más antes de ir a casa.
Tenía hambre y al llegar a casa se dirigió directo a la cocina y calentó las sobras del almuerzo. Luego, se sentó en el comedor sola. Ella sentía que comer sola era muy aburrido.
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