Además de eso, incluso mencionó que los abrumadores artículos que atacaban a Genaro y Cristina eran tan sólo el trabajo de escritores fantasmas contratados por Linda. De hecho, tenía todas las pruebas que lo demostraban, pero no quería publicarlas, ya que no estaba dispuesta a seguir el camino del no retorno. Sin embargo, si la gente seguía amenazándola y difundiendo información falsa en la red, entonces expondría al público todo lo que sabía en Internet. Las últimas palabras de la asistente fueron un recordatorio para todos de que la justicia se impondría tarde o temprano, y que los hechos nunca se perderían en un mar de mentiras.
Cristina leyó toda la declaración escrita por la asistente y se emocionó un poco hacia el final. Nunca pensó que la asistente daría un paso al frente y hablaría por ella. Después de todo, era la ayudante de Linda y toda su carrera estaba en manos de la mujer.
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