Genaro acababa de debutar, por lo que todos los ojos estaban puestos en él. Aunque Cristina era solo su asistente, sabía que la gente tenía la tendencia a sobre analizar sus acciones, por lo que estaba decidida a no causarle ningún problema a Genaro. Sacó su teléfono, solo para devolverlo a su bolsillo después de mirar la hora, ya que no había mucho que revisar.
La sesión de rodaje no duró mucho, unos veinte minutos como máximo. Tan pronto como Genaro regresó a la parte trasera del escenario, Cristina lo recibió aprisa.
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