Capítulo 1287 Padres
Por lo general, el Señor Jiménez comía solo en la Mansión Jiménez, pero las cuatro Señoritas buscaban tiempo para venir siempre que podían. Sin embargo, teniendo en cuenta que cada una de ellas tenía su propia familia y sus propias carreras, no podían sacar tiempo para venir cada dos días. Por eso, hacía tiempo que el Señor Jiménez no se divertía tanto. Aunque Lázaro no era muy dulce al hablar, el Señor Jiménez estaba encantado y sonrió durante toda la comida.
Por la visita de hoy, Lourdes pudo comprobar que la Familia Jiménez había tenido una buena educación, ya que todo se reflejaba en su forma de hablar y de comportarse. En lugar de darse aires de grandeza, parecían llevar una vida normal y corriente.
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