Lourdes levantó la mano para limpiarse los labios, lo que le hizo ver que el beso sí le había sacado sangre. De hecho, chocaron con tanta fuerza que fue inevitable. Mientras tanto, Lázaro seguía mirándola fijo cuando habló.
—Lourdes, esta es una declaración de mi amor por ti. Me gustaría estar contigo, así que por favor dame una respuesta definitiva si estás de acuerdo. Y por favor, no me dejes esperando.
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