Lourdes no sabía muy bien que decir a eso, así que frunció los labios. Mucho tiempo después gruñó, sin embargo, estaba sonriendo un poco, sonando como si estuviera coqueteando. Riendo, Lázaro tomó algunos platos para ella.
―Come.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread