El plan original del Abuelo Ballesteros era muy sencillo: secuestrar a Sofía y utilizarla para chantajear a Leonardo. Como Sofía estaba embarazada y no podía moverse con tanta facilidad, había dado instrucciones especiales para no ponerle las cosas demasiado difíciles.
Antes, había añadido la píldora abortiva en el zumo que le sirvieron, pero solo en una pequeña cantidad para que los efectos de la píldora no se produjeran demasiado rápido. Como no debía pasarle nada en su casa, él estaría libre de toda responsabilidad si ella tenía dolores para cuando terminara sus negociaciones con Leonardo. A pesar de ello, calculó mal que Leonardo fuera capaz de encontrar a alguien que estuviera dispuesto a arriesgarlo todo por él como sustituta de Sofía. Esto era algo que nunca pudo prever, por muy cuidadoso que fuera.
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