Capítulo 954 No nos queda mucho tiempo

Leonardo arrojó su móvil al aire y luego lo atrapó. Tan pronto como lo pensó, decidió enviar un mensaje a su subordinado. Ante todo, él les enseñó lo que podían hacer si se enfrentaran a una situación similar. Enseguida se sentó frente a su computadora y releyó los archivos que Isabel le envió hace algún tiempo. Fue difícil rastrear la cuenta de la otra parte ya que el dinero se transfirió desde el extranjero, sin embargo, se pudo deducir algunos patrones regulares, como la frecuencia con la que se transfirió el dinero. Ya que eran bastantes archivos, fue hasta media noche que logró terminar de leerlos todos. Golpeando con suavidad su frente, se levantó del asiento y regresó a su habitación. La posición en la que Sofía dormía cambió cuando sus piernas sobresalían debajo de la colcha. Después de un suspiro, Leonardo le acomodó la colcha y se acostó a su lado, en breve, ella le rodeó la cintura con los brazos y murmuró: