Capítulo 419 Salirse con la suya

Los dos asistentes le gritaron a Tomás que la policía había llegado, lo que agitó el lugar, creando una apertura para que los asistentes entraran en la habitación. Al darse cuenta de lo que la banda estaba tramando, los asistentes se retiraron de forma rápida a otra habitación, solo para ver a Tomás y su banda irrumpiendo en todas las habitaciones del patio trasero. Dejaron la droga en lugares llamativos de las distintas habitaciones, pero, por fortuna, los dos asistentes hicieron un rápido contragolpe registrando las habitaciones en las que Tomás y su banda entraron para recuperar la droga, y luego la metieron en un gran depósito detrás del teatro de la ópera, lo que ayudó a Lázaro a no meterse en problemas. De lo contrario, la policía habría encontrado las drogas al hacer su registro, y esto hubiera sido utilizado como prueba contra Lázaro. Gracias a su rapidez de pensamiento, los dos asistentes con los que Lázaro solía jugar recibieron una cuantiosa recompensa. Lázaro se alegró de tener como compañeros a personas tan brillantes. Sin embargo, no le dijo nada a Gerardo, desechando la pregunta de éste diciendo que Lucrecia había empañado aún más su reputación, cosa que no iba a tolerar. Independientemente de lo que pensara Lázaro, Gerardo le recordó: —Será mejor que le preguntes a Tomás sobre quién le dio la orden para cometer semejante delito, solo para escuchar lo que dice.